martes, 11 de febrero de 2014

Pintura Egipcia

La pintura del Antiguo Egipto fue eminentemente simbólica, funeraria y religiosa. La técnica pictórica de los egipcios fue un precedente de la pintura al fresco o témpera, ya que hacían de los pigmentos naturales, extraídos de tierras de diferentes colores, una pasta de color, que mezclaban con clara de huevo y disolvían con agua para poder aplicarlo sobre los muros, revestidos con una capa de tendido "seco" de yeso.
Sus procedimientos fueron el fresco, el temple, el encausto y a veces también el esmalte en joyas, amuletos, escarabeos, estatuillas de respondientes y azulejos de revestimiento en muros interiores. Sus colores fueron vivos y variados en cada escena y las más antiguas pinturas parietales decorativas que se conocen fueron polícromas, y de colorido uniforme. Los tintes base se obtenían: el negro, del carbón, el blanco, de la cal o de yeso, el amarillo y rojo-ladrillo, del ocre natural del desierto, el verde, de la malaquita y el azul, del lapislázuli.


Los egipcios pintaban los bajorrelieves los cuales, por su escasa profundidad, propician la identificación con la escultura y el arte pictórico. A partir de la dinastía IV la pintura sobre los muros de las tumbas es sustituida por bajorrelieves, adoptando sus principales convenciones.

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