jueves, 6 de marzo de 2014

Técnicas de la pintura

Las técnicas de pintura se dividen de acuerdo a cómo se diluyen y fijan los pigmentos en el soporte a pintar. En general, y en las técnicas a continuación expuestas, si los pigmentos no son solubles al aglutinante permanecen dispersos en él.


Oleo: El vehículo empleado para fijar el pigmento son tipos de aceites y el disolvente es la trementina. La pintura al óleo se hace básicamente con pigmento pulverizado seco, mezclado en la viscosidad adecuada con algún aceite vegetal. Estos aceites se secan más lentamente que otros, no por evaporación sino por oxidación. Se forman capas de pigmento que se incrustan en la base y que, si se controla cuidadosamente los tiempos de secado, se fijarán correctamente en las siguientes capas de pigmento.


Cera: El vehículo son ceras que normalmente se usan calientes. La encáustica, que deriva del griego enkaustikos "grabar a fuego", es una técnica de pintura que se caracteriza por el uso de la cera como aglutinante de los pigmentos. La mezcla tiene efectos muy cubrientes y es densa y cremosa. La pintura se aplica con un pincel o con una espátula caliente. La terminación es un pulido que se hace con trapos de lino sobre una capa de cera caliente previamente extendida (que en este caso ya no actúa como aglutinante sino como protección).


Acuarela: La acuarela es una pintura sobre papel o cartulina con colores diluidos en agua. Los colores utilizados son transparentes (según la cantidad de agua en la mezcla) y a veces dejan ver el fondo del papel (blanco), que actúa como otro verdadero tono. Se compone de pigmentos aglutinados con goma arábiga o miel. En sus procedimientos se emplea la pintura por capas transparentes, a fin de lograr mayor brillantez y soltura en la composición que se está realizando. Requiere del artista la seguridad en los trazos y espontaneidad en la ejecución, ya que su mayor mérito consiste en el frescor y la transparencia de los colores.


Témpera: La témpera o gouache es un medio similar a la acuarela, pero tiene una carga de talco industrial o blanco de zinc. Este añadido adicional al pigmento le aporta a la témpera el carácter opaco y no translúcido que lo diferencia de la acuarela, permitiéndole aplicar tonalidades claras sobre una oscura, procedimiento que en la acuarela «clásica» se considera incorrecto. Es a su vez un medio muy eficaz para complementar dibujos y hacer efectos de trazo seco o de empaste. Igual que la acuarela su aglutinante es la goma arábiga, aunque muchas témperas modernas contienen plástico.

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